Crónica Leyendas del Rock 2017

Sin duda el Leyendas es nuestro festival favorito de todos cuantos conocemos. Desde su llegada a Villena hace ya 5 años los organizadores han dado con un recinto perfecto para los poco más de 20.000 heavys que allí nos congregamos. Como cada año, desde Locales de Ensayo Madrid-La Perrera nos plantamos el miércoles bajo el nublado cielo de Villena y montamos nuestro campamento en el Pueblo Libre (zona gratuita y sin sombras que conocemos bien) rodeados de nuestras hordas caudetanas. Muy cansados (el mes de Julio lo pasamos recorriendo festivales por España) pero muy contentos de estar donde debíamos. Cociéndonos en Villena mientras truena el Metal. Estamos en casa.

Día 1 Miércoles 9 Agosto

Llegas y montas. Te cansas y bebes. Meas y te sientas. Vamos, que nos perdimos unos cuantos conciertos de la jornada inaugural, que en esta ocasión no era totalmente gratuita como en anteriores ediciones (la entrada de ese día costaba 5 euros a los que no tuvieran abono). Reencontrarse con tantos amigos nos tuvo ocupados hasta altas horas, con un intermedio para ver a Angelus Apatrida, quizá la banda más importante del país y a los que les tocaba actuar con luz del día. Su hora de poderoso concierto se hizo corta. Last in Line, muy bien, nunca es un disgusto escuchar canciones de Dio. No volveríamos a los escenarios hasta la noche, para ver a Amon Amarth, una banda que el público se moría por ver. Montaron un enorme drakkar en el escenario e hicieron hora y media de concierto que no sabría valorar muy bien de forma objetiva. Mi impresión: poca caña. La pereza nos derrota, no nos apetece movernos y el concierto de Medina Azahara nos alcanza. A pesar de haber coincidido con ellos en docenas de conciertos y festivales, nunca habíamos hecho el esfuerzo de tragarnos su actuación. Pero estábamos realmente cansados, y al final pues oye, ni tan mal. Qué cosa más rara son los festivales, que de repente te decepciona Amon Amarth y te parece bien Medina Azahara. Cuando los cordobeses terminaron, Saurom hicieron su peculiar entrada en escena, portando estandartes, antorchas y tambores, y servidor se marchó a buscar un lugar donde emborracharse.

Día 2 Jueves 10 Agosto

Viajamos como mendigos, sin entrada a la estupenda piscina que el festival ofrece y cuyos abonos se agotaron meses atrás. Logramos sobrevivir pasando la mañana en Alicante. Volvemos y nos enteramos que al parecer Gigatron habían actuado esa mañana en el escenario del camping. Un disgustazo no estar allí, pero finalmente la cosa debió ser algo así como una sola canción y mucha autopromoción. Rula por internet un video de la banda contando cómo fue esa mañana, incluyendo su «horda sobre el camping pijo» (un paseín con sus fans entre las tiendas, nada que ver con las HORDAS que el año pasado organizaron algunos arrasando el camping sombra, no puedo contaros lo que vieron estos ojos).

 

Empezamos la tarde con los Tigres, con muchas ganas de ver en directo a la banda de Barcelona… y la emoción poco a poco fue calmándose. Flojos pese a la entrega de su cantante (muy corto de voz pero grande en presencia escénica) y con una batería flojísima. Tan solo las dos últimas canciones pudieron poner a botar a los pocos que nos habíamos acercado al escenario pequeño. La última canción fue, por supuesto, No me rindo. De ahí a los escenarios principales con Rage, que hicieron un buen concierto, con su formato trío, sin Don´t fear the winter y sin Mike Terrana (que sí estaría al día siguiente con Avalanch). Hacemos de tripas corazón y nos quedamos a ver Epica, un rollo que no comprendemos. Pero así de modernos somos. Nos desperezamos y nos dejamos llevar por el metal germano; Blind Guardian actúan en el escenario principal y Masterplan coincide con ellos en el pequeño. Como Salomón, repartimos nuestro tiempo entre las dos bandas, pudiendo disfrutar entre muy poco público de Jorn Lande y Roland Grapow a los mandos de esa máquina llamada Masterplan.

 

El esfuerzo nos pasa factura. Sacrificamos a Arch Enemy (al parecer, magníficos), a Raven y a Ciclón. Descansamos y volvemos para lo que pensábamos sería una mala elección: Obús y Sherpa (ambos vistos cientos de veces) cerraban la noche. Pero el cuerpo es caprichoso y a las dos de la madrugada nos arrastró a ver a la banda de Fortu y Paco. Y la verdad es que el concierto de Obús fue cojonudo y se vio a Fortu disfrutar un montón. Ya en Viñarock estuvieron fantásticos bajo una lluvia torrencial. Después Sherpa nos trajo una hora entera de Barón Rojo, en formato eléctrico, realmente agradable volver a escuchar ciertas canciones en la voz de su creador (a pesar de que le faltara Tierra de Nadie).
Ya sé lo que pensáis, que es muy triste que los festivales sigan perpetuando el rollo Barón-Obús, que nos perdimos las bandas buenas y fuimos a las de viejos, bla bla. Pues que sepáis que Amon Amarth fue una mierdath.

Día 3 Viernes 11 Agosto

Cociéndonos de calor nos vamos a ver a Primal Fear, que están colosales actúen donde actúen. Seguido a ellos, Amaranthe, un esperpento que nos horrorizó, pero imagino que muy moderno. Puagh. Sacrifico entre lágrimas a Overkill. Después salen a escena UFO, o al menos lo que queda de ellos. A pesar de su mal aspecto, la banda hace un concierto tremendo, durante el que nos encontramos con Ralph Scheepers de Primal Fear tomando una cerveza. El alemán fue encantador y se hizo una foto con nosotros. Nos tomamos un descanso sacrificando a Hammerfall y tomamos una decisión difícil; asistiremos al concierto de Beethoven R en vez de al de Megadeth. El plan nos deja aún 45 minutos finales de Dave Mustaine. Vamos al escenario pequeño y disfrutamos de un conciertazo de Beethoven R, que esta vez sí, tocaron Más sexy (ausente las últimas ediciones) y se mostraron en plena forma. Obnubilados, bajamos a ver a Megadeth, que ya llevaba tres cuartos de hora tocando. Seguramente el concierto fue malo, así lo dijeron muchos espectadores, pero medio concierto resultó una dosis perfecta de rabia adolescente y pudimos escuchar muchos de esos magníficos himnos de quinceañero cabreado que compuso. Creo que Mustaine nos ha perdonado por perdernos el principio. Ya sabéis cómo es, no se le puede dar todo lo que pide.

 

Otra vez hechos polvo. Sentarse y ver a Warcry. Escuchar sus infames letras mientras me lanzan fuego. Perder el sentido del ridículo. Fue agradable porque son espacios conocidos y había buena compañía. Cambiamos al escenario pequeño. Allí los Aborted hacían temblar el suelo, y las lavadoras que el público formaba corrían tan rápidas que presagiaban el desastre. La comunión de banda y público fue perfecta salvo por el terrible olor a sobaco que había en la zona de gradas. Al acabar Aborted volvemos a los escenarios principales, donde Igor y Max Cavalera tocan íntegro Roots, el último disco de Sepultura en el que participaron. No hace falta explicar que fue una puta fiesta. Poderosos. Sacrificamos a Tako, con gran dolor. Y a Avalanch, sin ninguna pena (ya les vimos en Viñarock). Y el día no dio para más. Al menos que pueda contarse.

   

 

Día 4 Sábado 12 Agosto

Ya hechos una piltrafa, sacrificamos a Tankard. La sangría de bandas sacrificadas no paraba. Acudimos a la llamada de BattleBeast, que el año anterior fueron unos de los grandes triunfadores. La banda estuvo colosal y resulta alucinante como su pequeña líder llena el escenario ella sola. Saratoga, Magnum y Diamond Head son sacrificados sin piedad. Tras muchos percances logramos llegar a Raphsody y nos hinchamos a matar dragones. Público hasta los topes, muchos de ellos esperando el siguiente concierto, Sabaton. Los alemanes trajeron su tanque y su parafernalia militar, y accidentalmente quedé atrapado allí (no tenía ni puta gana de ver a Sabaton). Y esta vez sí que disfruté del concierto, que debió hacer explotar de emoción a sus verdaderos fans. Yo me he reconciliado con Sabaton, pero me ha llevado tiempo.

 

En el escenario pequeño, Mike Tramp, el que fuera cantante de White Lion, realizó un concierto bonito pero francamente descafeinado, donde creo que lo mejor que tocó fueron las canciones de Freak of Nature, la banda que montó en los 90. Es imprescindible destacar cuando se habla de este personaje que Mike Tramp fue uno de los pocos músicos de los 80 que pasaron los años del grunge (mediados de los 90) con alguna dignidad, y que él fue de los pocos que sacó algún disco bueno. Lujuria actuaron a continuación, con un repertorio basado en el primer disco de la banda y canciones como La Abuela, que nos gustaron. Mucha perorata por parte de Oscar, que aburre a las ovejas desde hace años y debería hacérselo mirar. Quizá hubiera estado bien que cantara el himno del festival, Leyendas del Rock (que nadie se molestó ni en poner por megafonía) que grabó hace años… venía al caso, ¿no? Bueno, que acaba Lujuria y empieza Tierra Santa. La lección de Historia duró una hora, y tengo que reconocer que me gustó la banda. Claro, que eran las tantas de la noche y ya no me quedaba ningún criterio musical en el cerebro, pero me pareció un aceptable concierto y además tuvo pirotecnia. Me ganan con nada. Una pasadita por el escenario pequeño para ver a Rock DAM (una decepción, realmente coñazo comparado con CUALQUIERA) y el festival llega a su fin con el concierto de BloodBath, una banda cuyo nombre me costó bastante descifrar en su logotipo. El detalle de las letras derretidas ya apuntaba a lo que nos esperaba, y BloodBath se zurraron un concierto poderoso con público variopinto. Sí, las personas que quedan en pie el último día a las 4 de la mañana son cada uno de su padre y de su madre, visten raro, se tambalean y están afónicos. Pero allí había fans de Warcry, de Amon Amarth, de Obús y hasta de Joselito. Todos botamos y nos agredimos hasta el último aliento. Habíamos llegado vivos al final de otro Leyendas del Rock.


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