Crónica Leyendas del Rock 2015

Posando ante el escenario del LeyendasFieles a nuestra cita con el Heavy Metal, este año 2015 volvimos al festival Leyendas del Rock, que celebraba su décima edición (la cuarta a la que nosotros asistimos). Como bien sabréis todos aquellos que conocéis el ambiente de un festival de rock, la impresión que deja en la mente no depende sólo de la música, ya que también comprende la organización o el clima, pero sobre todo de las personas con las que pasas esos días. De esta manera, la opinión de un asistente diferirá de la de otro pese haber estado en el mismo lugar del espacio-tiempo en función de sus experiencias. Y la verdad es que nuestras experiencias musicales y extramusicales han sido excelentes.

DÍA 1 MIÉRCOLES

Leyendas del Rock no ha parado de crecer desde su aparición, y este año se extendía, por primera vez, a lo largo de cuatro días de conciertos. De manera que el miércoles plantamos nuestro campamento junto a viejos amigos que habían llegado el martes y nos lanzamos a disfrutar de la jornada gratuita inagural. Aunque llegamos con algún retraso, pudimos disfrutar de la banda de Andreas Kisser, los brasileños Sepultura (vídeo de Marilyn 1032).

Si bien es cierto que perdieron cierto tirón desde la desbandada de los hermanos Cavalera, Sepultura continúa siendo una máquina de dar tralla con un repertorio terrorífico (Territory, Roots, Orgasmatron, Ratamahatta, Policia, Arise…). En anteriores ocasiones habíamos coincidido con ellos en varios festivales de rock, y la respuesta del público había sido bastante pobre. Charlie Glamour de Gigatron con Kevin Camós & friendsEn esta ocasión, y sin otros conciertos simultáneos, los brasileños disfrutaron de todo un festival volcado con ellos. Me gustó verles ganar esta vez. Se lo merecen. Turno después para Rosendo, del que es difícil destacar algo después de haberle visto en directo tantas veces. Algo especial sí que hubo; comenzó con un espectacular «Mala Vida» que hace tiempo que no escuchábamos en directo, demostrando el gran bluesman que es, y tuvo el detalle de tocar «El tren», de Leño. Medina Azahara tuvieron hora y media de concierto ante las masas y cerró la noche la banda pionera del heavy-parodia nacional, Gigatron, a los que teníamos muchas ganas de ver y no nos defraudaron. Muchas barbaridades salieron de la boca de Charlie Glamour, muy divertidos Gigatron que terminaron triunfales con «Heavy hasta la muerte».

DÍA 2 JUEVES

El jueves comenzamos nuestro periplo perdiéndonos a los legendarios Destruction y llegando a ver a pleno sol a los hardrockeros suecos Backyard Babies, una de nuestras bandas favoritas que, a pesar de no estar en Dregen de Backyard Babiessu mejor forma, nos hicieron recordar a la banda que grabó en los 90 dos discazos como Diesel & Power y Total 13. Cualquier excusa es buena para volver a ver a Dregen, el guitarrista iguana. Sonata Arctica disponen aún de mucho público afín, pese a no estar en su mayor momento de popularidad y fueron seguidos por unos polémicos Death, revisión de la banda de Chuck Schindler formada por ex-miembros del grupo. El resultado fue atronador, y sin duda para nosotros fueron unos de los triunfadores del día. Un rato antes estuvimos echando la oreja a los brutales Fleshgod Apocalypse, que con sus indumentarias y sus watios habían llenado hasta los topes el escenario pequeño. Con tanta caña la cosa no se les puso fácil a los Overkill, que repetían en este festival que tuvieron mala suerte con el sonido pese a ofrecer un competente concierto. Within Temptation ofrecieron su show a una hora estupenda, como les correspondía por su puesto en el cartel, y les siguió Sabaton, una de las bandas de moda a la que anteriormente un amigo me había definido como heavy militar. La expectación era enorme y los fans abarrotaban el césped. La banda descargó con muchísima energía y a la gente le encantó. Fue una simbiosis quizá demasiado sencilla y habrá que esperar a ver en qué lugar les pone el tiempo. A día de hoy mueven masas.

Una pasadita por el concierto de los Blues Pills en el escenario pequeño nos hizo ver que no todo el festival iba a ser metal pesado, y el público parecía relajado con la actuación del grupo. Gamma Ray (vídeo de TheTumbaillo) hicieron un concierto con pocos de sus clásicos, en el que se echaron de menos «Heaven Can Wait», «Land of the free» o «Men on a mission». Kai Hansen nos enseñó sus nuevos gorgoritos e hicieron un extraño bis que nos supo a muy poco. Siempre esperamos mucho del guitarrista alemán, pero esta vez no nos enamoró. Con mucho cansancio en el cuerpo vimos a Tierra Santa, unos clásicos del festival que coincidieron con Opera Magna, con un cantante que nos parecía influenciado por Leo Jiménez. Logramos sobrevivir hasta el final del día con Vita Imana, que van ganando puestos año tras año y empezaron el concierto como un terremoto para ir moderándose. Tras unas horas de velada en el campamento, tocó descansar en una casa gracias a Antonio, gran amigo de la zona al que mando todo mi agradecimiento.

DÍA 3 VIERNES

Amigos que nos cuidan El tercer dia, viernes, comienza en la piscina gracias a Jordi y la gente de Ontinyent que nos acogió como una familia hasta bien entrada la tarde. Vimos la actuación de Turisas, que atrajeron a algunos fans maquillados y disfrazados, pero por motivos sociales nos perdimos a Rock Icons (proyecto en el que Joe Lynn Turner, Eric Martin, Steve Augeri y Robin Beck están interpretando clásicos de Mr. Big, Journey, Deep Purple o Rainbow), nos perdimos a Refuge, nos perdimos el repertorio de Chino Banzai  y nos perdimos a Edguy. Muchas pérdidas que quedaban ampliamente compensadas por la compañía de los amigos con los que te acabas encontrando bajo la tormenta que se desató, la cual arrasó con muchos toldos de los campamentos. Llegamos a disfrutar de The Darkness, otro de los cabezas de cartel de este año, difícilmente clasificables en este festival pero que tuvieron una gran actuación llena de carisma. Después le tocó salir a escena a Víctor García y sus Warcry, que venían a Villena como estrellas con un repertorio escogido por sus fans pero con la pólvora mojada (literalmente). Sin duda fueron los grandes damnificados por la lluvia previa, ya que ha sido la única vez que recuerdo un concierto de Warcry sin enormes llamaradas en el escenario. Fue una pena, porque a base de ver conciertos suyos nos hemos ido aficionando a la banda y aunque nos gustó el concierto, sabíamos que les faltó algo.

  

Turno para la Reina del Metal bien entrada la noche. Doro Pesch salió a escena con la misma energía que siempre muestra como si tuviera aún veinte años. Desgranó lo mejor de su repertorio tanto en solitario como con Warlock (Burning the witches, Rule the ruins, All we are, etc). Igual de bueno que el de hace dos años en ese mismo escenario, pero a una hora más adecuada. Personalmente no recuerdo haber visto a Doro hacer un concierto pobre en las numerosas ocasiones que la hemos visto actuar, y éste estuvo a la altura de los muy buenos. La separación de Saratoga hace dos años con un concierto muy justito en Leyendas 2013 (Rafa Basa dijo por megafonía algo bien distinto, en 2013 debimos estar en diferentes festivales) ha terminado con la vuelta a la banda de Jero Ramiro, con Nico del Hierro, Tete Novoa y Dani completando la formación. Desde el «Mi Ciudad» en adelante, canciones de todas sus épocas, acabando con «Perro Traidor». Personalmente, a mí no me había dado tiempo a echarlos de menos, pero estuvieron bien. Le quedaba cerrar la noche a Alberto Rionda, guitarrista de Avalanch, que dio comienzo a su actuación con una estupenda versión de «Xana», de su ex-banda. Pero en el escenario pequeño nos esperaban para acabar la noche los Celtibeerian, cargados de rock folclórico, juerga, dos violinistas y cerveza hasta bien tarde. Nos dejaron un recuerdo magnífico y las fuerzas bajo mínimos.

DÍA 4 SÁBADO

In Mute (foto Ace Tregunna)El sábado siempre se afronta con la pena de ser el último día de conciertos. Lo empezamos perdiéndonos el acústico de Sherpa ofreció en las calles de Villena esa mañana (del cual os dejamos un vídeo de Jesús Rico Martínez, nosotros estábamos desayunando churros), y tras varias horas de sobremesa en la acampada y mucha afonía, nos marchamos a ver a los poderosos Tankard bajo la lluvia. Esa lluvia fina y fresca que no llega a embarrar los suelos y que hace de los festivales eventos aún más mágicos. Nada mejor para un concierto a las cuatro de la tarde en Agosto que una buena lluvia, que no logró aguar la descarga de los alemanes. Tras ellos, y alterados en su posición en el festival por cambios de última hora, Beethoven R. Coincidíamos con ellos por tercera vez consecutiva en este festival, y una vez más nos dieron una lección de cómo dejarse los huevos en un directo, aunque nos hubiera encantado escuchar su versión del Más sexy de Coz y este año tampoco pudo ser. En el escenario pequeño nos quedamos un rato, ya que por un lado nos atrapó In Mute, banda valenciana de poderoso metal con cantante femenina que había ganado recientemente un concurso en Wacken. Nos gustaron mucho y provocaron al público para conseguir formar el único Wall of Death que tuvimos ocasión de ver (y participar, que es lo importante de estos eventos deportivos), cosa que agradecimos enormemente.

  

En ese mismo escenario tocarían después Tako, con un público bien distinto. Pocas sorpresas en su actuación teniendo en cuenta que los habíamos visto recientemente, pero siempre nos agrada cantar esos temas que conocemos desde hace tantos años como «Carpintero de condenas» o «Todos contra todos». Y así nos plantamos en uno de los momentos épicos de la noche; el concierto de Los Suaves. Parece que Los suaves despidiéndose de Leyendas (foto Ace Tregunna)de forma definitiva, la banda de Ourense nos deja para siempre, esta vez parece que del todo. Este Yosi ya no es el caballero de bigote de los 90, ni el Yosi alcoholizado y mudo que se tambaleó por toda la geografía en los 2000, ya que se enmendó hace años con una nueva tanda de conciertos brutales en 2008, y aunque ya no volverá a estar en su mejor forma ha mostrado un gran nivel de profesionalidad y empatía con el público en toda la gira de despedida. Tocaron cerca de dos horas a gran volumen muchos clásicos (quizá la canción más moderna que tocaron fuese «San Francisco Express»), Alberto Cereijo volvió a alucinarnos con su punteo del Highway Star y Yosi se puso pocho y no salió a saludar por segunda vez. No pasa nada. No nos debe nada. No desde aquel GranitoRock de 2008 en el que nos regaló 3 horas de rock. Con una lagrimilla volvemos al escenario pequeño para ver el concierto de Sherpa. Esperábamos menos público y un concierto más íntimo como el del año pasado, pero sin duda el ofrecer el acústico por la mañana fue algo que atrajo a bastantes seguidores. Sherpa tocó unas cuantas de sus canciones en solitario («Flor de invernadero», «Ajedrez mortal») y bastantes de Barón Rojo que nos hicieron llorar, bailar y gritar como locos al ritmo de «Son como hormigas», «Los rockeros van al infierno», «Hijos de Caín» o la siempre entrañable «Siempre estás allí» que una vez más dedicó a su público. Adoro a este tío. Después, y para perpetuar un año más la eterna competencia entre las dos bandas clásicas del heavy madrileño, concierto de Obús. Con Fortu de vuelta tras su absurdo periplo televisivo en telecinco, Obús se mostraron tan fuertes y macarras como siempre, con abanico de clásicos que ya conocéis de toda la vida (los conciertos de Obús, que por cierto nos encantan, tienen poca variación en su repertorio). Y como cierre, Lujuria un año más en escena, con un público aún muy numeroso y entregado que les llevó en volandas hasta el épico final con la canción que en su día dedicaron a este festival, «Leyendas del Rock». Esta vez sí les vimos, hartos de que todos los años su mala colocación en los carteles les hiciera tocar a horas poco favorables, y pudimos quitarnos esa espinita.

Pues eso, que como comentábamos al principio, los festivales son una experiencia que varía una barbaridad en función de con quiénes los pasas. Y en esta ocasión han sido muchos los viejos y nuevos amigos que nos han ayudado a divertirnos, a soportar el calor y el cansancio y a ver la vida un poco menos gris. Imprescindible dar todo nuestro agradecimiento y recuerdos a Tere, Anthony Falcon, Christian, Nacho Sanmamez, Aitor, Pepino, Farru, Eloy, Ramón, Lauri, Rubén, Kevin, Jordi, Marcos, Antonio, Xoxe, Panduken Bolico, Víctor y su chica, Yago y Manu, Sara Senra y Carlos, Peñuelas, Ángel, Guillermo, Tino, Rako, El Ponycornio Fiestero, Jero y Cristina, Sara Moreno, Miguel Angel y todos los del campamento Morgul y alguno más que se me olvidará de manera imperdonable y tendré que corregir este post. Sois muy grandes. Nos volveremos a ver.


Comentarios

Crónica Leyendas del Rock 2015 — 1 comentario

  1. Se nos ve el plumero con lo de Fortu.
    Ya ha quedado claro que no nos gustó nada que fuera a Supervivientes, así que habrá que dejar de repetirlo en todas las entradas.

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