Concierto Sylvain Sylvain en Madrid

Sylvain Sylvain en MadridSyl Sylvain es, junto a David Johansen, el único superviviente de los New York Dolls. Las muñecas fueron una de las primeras bandas en meterle al rockn´roll la patada en los huevos que necesitaba la música en los 70 cuando la tendencia dominante era el virtuosismo y la perfección, y recuperaron la esencia de la música de Chuck Berry. Tan salvajes eran que desde el primer día ya estaban perdiendo miembros de forma traumática (Billy Murcia, Jerry Nolan, Johnny Thunders, Arthur Kane).  El 13 de Abril tuvimos en Madrid al guitarrista Syl Sylvain tocando en la sala Chango, enfrentándose a un terrible enemigo; los cuartos de final de la Copa de Europa entre Barcelona y Atlético de Madrid. Y visto el escaso público que nos reunimos allí, podemos decir que el fútbol volvió a ganar la batalla.

Pero Sylvain Mizrahi tiene 67 años y el culo pelado, de manera que él y los suyos se comportaron como si tuvieran un estadio repleto ante ellos. Las bandas que acompañaban a Syl siempre estaban llenas de grandes músicos, generalmente gente más joven que él, pero en esta ocasión y bajo el nombre de Trash Cowboys, se plantaron ante nosotros nada menos que Chris Musto a la batería, Stevie Klasson a la guitarra (ambos habían tocado con Johnny Thunders a principios de los 90) y el gran Sammi Yaffa (Hanoi Rocks) al bajo. Todos pesos pesados del rockn´roll, dándolo todo ante apenas cien personas, sudando la camisa, tomando tequilas y bromeando con el público.

El concierto se había anunciado como una mezcla de los repertorios de los Dolls, Thunders y Hanoi Rocks, pero la realidad es que siguió una tónica muy similar al show que ofreció en el año 2000 (alucinante el hecho de que apenas haya envejecido los últimos 16 años) en Los Conciertos de Radio 3, tocando temas como «Cops are coming», «Emily», su versión de «Femme fatale» de la Velvet, «Pills», «Great Big Kiss» o  «Trash», todas ellas trallazos para desmelenarse como locos mientras te ves transportado a los clubes del Nueva York de los 70 o al menos al primer capítulo de la serie Vinyl, donde el protagonista, muy drogado, descubre a los Dolls tocando en un edificio que acaba derrumbándose. La verdad, nos hubiera gustado un concierto más largo, porque fue realmente divertido, y ninguno de los allí presentes salió defraudado. Luego a la salida nos invitaron a una fiesta postconcierto en el Cathouse de Vallecas, algo que no pudimos hacer y que queda pendiente para otra ocasión, y tuvimos la suerte de charlar un rato y echar unas risas y unas latas de cerveza con Sammi Yaffa, que además de una superestrella es un tío cercano y encantador capaz de sacarse los ojos de las órbitas.


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